¿Por qué enmarcamos?
El oficio del marquero se remonta hasta la historia misma del arte. Desde los egipcios, romanos y los antiguos griegos ya se agregaba un filo ornamental a mosaicos y frescos.
La evolución de su estética integral lo lleva hasta un aspecto funcional en el que tiras de madera agregadas, trabajaban como guía para evitar la deformación de la tabla donde reposaría la pintura.
Su ornamentación, como la moda y la arquitectura, fue avanzando conforme la estética de los tiempos, acomodándose al estilo de templos y edificios donde habitaron las obras.
Hasta el s. XIX, el enmarcado fue inevitablemente arrasado por la producción en serie, dándole así, un enfoque comercial que sobrevive hasta nuestros días.
En MARCO, respetamos principalmente el trabajo artesanal, mano dedicada y experta que convierte los marcos que adornan obras, fotos y documentos, en nichos de honor que enaltecen a quien lo porta.